En una visita guiada, las integrantes de la cooperativa mostraron su innovador modelo productivo, basado en el trabajo asociativo, la sustentabilidad y la economía circular.
En el sector rural de El Membrillo, en la comuna de El Tabo, nació la Cooperativa de Mujeres Agroecólogas Lafken Karü, un proyecto impulsado por vecinas que, con esfuerzo y creatividad, han logrado consolidar un espacio de producción agroecológica. Con el objetivo de dar a conocer su trabajo, las integrantes de la organización ofrecieron una visita guiada a sus vecinas y vecinos, en las que participó el alcalde Alfonso Muñoz Aravena, quienes conocieron de primera mano su modelo productivo, fuente de ingresos y ayuda social comprometida con el medioambiente.
La coordinadora de la cooperativa, Mónica Berrios Durán, destacó los pilares que inspiran esta iniciativa: “Nos mueve el trabajo colectivo, fomentar un estilo de vida saludable y fortalecer la economía circular, siempre con el enfoque de empoderar a las mujeres en su quehacer productivo. Desde los inicios, hemos contado con el respaldo del municipio, a través de la Oficina de Organizaciones Comunitarias y el Programa de la Mujer. Sabemos que apoyan nuestro trabajo y estamos muy agradecidas.”
La cooperativa ha asumido importantes desafíos para minimizar su impacto ambiental. Utilizan riego por goteo para optimizar el uso del agua en una zona donde el recurso se hace cada vez más escaso, y en lugar de fertilizantes químicos, emplean cochayuyo recolectado en las playas de la comuna y desechos orgánicos.
Actualmente, cuentan con dos viveros equipados, de 120 m² y 60 m², además de un tercero en construcción. También poseen un laboratorio de germinación de semillas, con capacidad para producir 2.000 plantines de verduras cada 22 días, 1.500 plantines de hortalizas de frutas cada 30 a 40 días y 1.000 plantines de hortalizas de flor cada 30 días. Entre sus cultivos se encuentran tomates, zapallos, apio, ciboulette, albahaca, moras, manzanas y membrillos, entre otros.
El alcalde Alfonso Muñoz Aravena valoró el esfuerzo y la capacidad organizativa de estas mujeres emprendedoras: “Este es un ejemplo de cómo el trabajo comunitario y la creatividad pueden transformar la vida de las personas. Estas mujeres han levantado un proyecto desde cero, demostrando que con esfuerzo y visión se puede emprender con éxito. Desde el municipio, seguiremos apoyando su crecimiento y promoviendo su postulación a proyectos que les permitan fortalecer su labor.”
A la jornada también asistieron funcionarias del Programa de Mujeres Rurales de PRODEMU (Fundación para la Promoción y Desarrollo de la Mujer), quienes visitaron el predio y valoraron la iniciativa. Durante la actividad, entregaron recomendaciones a las integrantes de la cooperativa para que puedan postular a fondos que les permitan expandir su producción y fortalecer su impacto en la comunidad.
Como parte de su proyección a futuro, la cooperativa espera abrir una sala de ventas y generar redes con la comunidad, ofreciendo sus productos a juntas de vecinos, clubes de adultos mayores y agrupaciones de personas con discapacidad. Su compromiso social es parte esencial de su identidad, apostando por un modelo de producción sustentable y solidario.